Como sacado de una novela los doctores advirtieron a esta mujer que habían muchas posibilidades de que tanto ella como su bebe no soportaran las horas en el quirófano, a lo que la madre respondió sin vacilar, “salven a mi hijo”
La petición de la mujer entre lágrimas y sollozos fue que si algo malo le ocurría, dejaba a su esposo para que se haga cargo de todo incluyendo cuidar a la criatura que estaba por nacer. Pues no hay nada más terrible que la muerte, y más aún cuando se tiene hijos por quien luchar a quienes proteger.
Pues como predijeron los doctores la madre no resistió el procedimiento y durante la operación perdió todos sus signos vitales, declarándola muerta. Pero cuando los médicos tomaron al bebé entre sus brazos y lo pusieron en el pecho de la madre para que este se alimentara, luego de unos segundos ocurrió un milagro y esta abrió sus ojos inexplicablemente.
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Cuando la mujer volvió en sí y noto la situación en la que estaba no pudo más que entrar en llanto y dar gracias a Dios por el milagro, abrasando a su hijo y su esposo. Este caso es algo totalmente increíble, el amor a la madre y el amor a los hijos es lo más grande que pueda existir en todo el mundo ya que los hijos son la mayor ilusión de toda mujer.
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